La decisión provisional fue adoptada por el Consejo Superior de la Magistratura el cual explicó que tiene el objetivo de proteger la vida y los bienes teniendo en cuenta el agravamiento de la inseguridad.
Durante la madrugada del 26 de julio pandillas que operan en Croix des Bouquets prendieron fuego a la fiscalía y provocaron daños considerables, confirmó luego el comisario de Gobierno de la localidad, Roosvelt Zamor.
Zamor señaló que el ataque respondió a una operación policial realizada en la jornada anterior que tomó como prisioneros a varios supuestos miembros de las bandas.
Para el presidente del Colegio de Abogados de Croix des Bouquets, Sosthène Chouloute, la decisión de las autoridades judiciales es precipitada y se pliega a la voluntad de los pandilleros.
El comisario del gobierno, que es el jefe de la fiscalía, no puede admitir la impotencia y dejar la comuna bajo el control de las bandas. Debe estar presente sobre el terreno, dijo el letrado al diario Le Nouvelliste.
Chouloute denunció la inseguridad generalizada y el descuido de las autoridades que permitieron el deterioro de la situación.
“El Estado tiene la obligación de luchar contra las bandas o de sentarse con sus jefes para encontrar una solución. Si las autoridades en funciones no pueden hacer nada, deberían dimitir”, dijo el abogado.
En los últimos años los ataques a las sedes judiciales son recurrentes en el país que enfrenta una grave crisis de inseguridad y la proliferación de bandas armadas en su territorio.
Desde junio, el Palacio de Justicia de esta capital, situado en el empobrecido barrio de Martissant, se encuentra bajo control de las pandillas y las autoridades aún no pudieron recuperarlo.
Todo ello ocurre en medio de un recrudecimiento de la violencia en Haití con los enfrentamientos entre las bandas que dejaron más de 500 fallecidos desde finales de abril y cientos de heridos.
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