Márquez ocupará el segundo escaño del gobierno, como mujer negra, de origen humilde, defensora de los ríos, de los territorios ancestrales, de las comunidades afrodescendientes, ante las actividades mineras legales e ilegales que afectan el territorio colombiano.
Ganadora del The Goldman Environmental Prize en el 2018 -conocido como el Premio Nobel Ambiental- y otros reconocimientos a su labor como activista, Francia asegura que trabajará a favor de «los nadies», parafraseando al poeta y escritor Eduardo Galeano, al referirse a los sectores más olvidados.
Francia Márquez Mina nació en 1982, en la vereda de Yolombó en el corregimiento de La Toma en el municipio de Suárez, ubicado al norte del departamento del Cauca.
«Crecí en una familia extensa, la crianza era colectiva. Aquí todo el mundo lo cuidaba a uno y si se portaba mal, cualquiera podía corregirlo», afirmó en una entrevista a la Revista Diners.
Fue madre a los 16 años, algo que no le impidió llevar adelante una lucha contra el intento de desviar el río Ovejas hacia una represa, ante la inminente pérdida del agua para los cultivos de subsistencia.
Su lucha, desde muy temprano, fue contra el extractivismo minero de las grandes corporaciones transnacionales, el desplazamiento forzado y los paramilitares.
En los primeros años de la década del 2000 comenzó a estudiar derecho en la Universidad Santiago de Cali para poder trabajar con más herramientas para su comunidad, y de esa forma consiguió, entre otros logros, que La Toma, fuera reconocida como una comunidad afrodescendiente con derecho a su territorio donde se suspendieron los títulos mineros para la explotación.
Recibió amenazas de muerte por parte de grupos ilegales como Las Águilas Negras y Los Rastrojos, por sus luchas contra los daños ambientales.
Márquez logró llevar hasta el Alto Comisionado de Naciones Unidas de Colombia esta situación y se logró la firma de un acuerdo para frenar la extracción ilegal de oro en sus tierras originarias.
También organizó la movilización de las Mujeres Negras Por el Cuidado de la Vida y los Territorios Ancestrales o La marcha de los turbantes, iniciada el 17 de noviembre del 2014, desde la vereda de La Toma (Suárez, Cauca) y hasta Bogotá, con alrededor de 80 mujeres, para exigirle al Gobierno la titulación colectiva de sus tierras.
Además, que este cumpliera con los requerimientos de una sentencia de la Corte Constitucional que ampara los territorios ancestrales creados por los antepasados de las comunidades negras de esa región a comienzos del siglo XVII.
Márquez tuvo que salir del territorio con sus dos hijos, amenazada y señalada como objetivo militar de grupos armados ilegales, pero aun así nunca dejó de trabajar ni de denunciar la violación de los derechos de las comunidades ancestrales negras y la necesaria preservación del ambiente.
En el 2014 participó en la Quinta delegación de víctimas a La Habana, en el marco de los diálogos de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las entonces Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Expuso la victimización de comunidades negras ante los megaproyectos mineros de compañías multinacionales, los impactos del conflicto armado en las mujeres y hombres de comunidades afrocolombianas, indígenas y campesinas.
Recibió la categoría Defensora del Año en el Premio Nacional a la defensa de los derechos humanos en Colombia del 2015 por ser una «líder formidable de la comunidad afrocolombiana».
En las elecciones legislativas de marzo de 2018, fue candidata a la cámara de Comunidades Afro-Descendientes por el partido Consejo Comunitario Yurumanguí, contó con el apoyo del colectivo político Colombia Humana y logró más de 14 mil votos, aunque no alcanzaron para el cargo.
Fue víctima de un atentado el 4 de mayo de 2018 en Santander de Quilichao, municipio colombiano ubicado en el norte del departamento del Cauca, en el contexto de las reuniones que se adelantaban con la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca.
En el 2019 ganó el premio Joan Alsina de Derechos Humanos por su lucha permanente por la defensa del medio ambiente y de los derechos de la comunidad.
En las elecciones legislativas del pasado 13 de marzo donde se realizaron también las consultas interpartidistas, Gustavo Petro fue elegido candidato presidencial del Pacto Histórico, y se nombró a la activista ambiental Francia Márquez como su compañera de fórmula.
El 19 de junio, Petro y Francia lograron la victoria electoral con más de 11 millones de votos.
«Hemos avanzado en un paso muy importante después de 214 años: hemos logrado un gobierno del pueblo, subrayó Francia, la primera mujer negra en alcanzar un triunfo como ese en Colombia.
De acuerdo con lo dispuesto por Petro, Francia combinará su cargo de vicepresidenta con el de ministra de La Igualdad.
oda/otf