El jefe del Centro para la Gestión de la Defensa rusa, coronel general Mijaíl Mízintsev recordó en declaraciones a la prensa que el pasado 5 de agosto los nacionalistas ucranianos lanzaron un ataque de artillería contra el territorio de la planta nuclear, dañando dos líneas de transmisión de alta tensión y un gasoducto de hidrógeno.
«De acuerdo con la convención internacional, aprobada por la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 13 de abril de 2005, estas acciones criminales de las autoridades ucranianas son consideradas como terrorismo nuclear», manifestó el representante de la entidad castrense.
Mízintsev añadió que como consecuencia de la acción del pasado viernes más de 10 mil habitantes de la región de Energodar se quedaron sin luz y sin agua.
Asimismo, refirió que, en caso de que en la central ocurriera una catástrofe, sus consecuencias serían mucho más graves que las de Chernóbil (escenario del accidente nuclear más peligroso de la historia producido el 26 de abril de 1986).
En ese sentido, según el oficial, la zona de contaminación por radiación abarcaría Kiev, Járkov, Poltava, Jersón, Odesa, Nikoláyev, Kirovograd, Vinnitsa, las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, las regiones fronterizas de Rusia y Belarús, así como Moldavia, Bulgaria y Rumanía.
«La situación puede agravarse seriamente por las condiciones climáticas adversas y la central nuclear del sur de Ucrania y el almacenamiento de combustible atómico en la central de Chernóbil, así como las arterias de agua entrarían en la zona de posible contaminación», agregó el coronel general.
En su opinión, en ese caso «el mar Negro y el estrecho del Bósforo se volverían inapropiados para la navegación durante mucho tiempo. Las costas de Turquía, Georgia, Abjasia, Bulgaria y Rumanía serían afectadas por altos niveles de radiación», agregó.
Al respecto, denunció que el personal de Naciones Unidas continúa creando obstáculos para una investigación internacional objetiva del estado de la instalación nuclear por parte de la dirección del Organismo Internacional de Energía Atómica.
“El bombardeo del territorio de la central nuclear de Zaporizhzhia por parte de las formaciones armadas ucranianas es intencional y reiterado, se crea una amenaza real para la seguridad nuclear no solo de Ucrania, sino también de Europa», consignó Mízintsev.
Zaporizhzhia actualmente está bajo el control de las Fuerzas Armadas de Rusia. El Ministerio de Relaciones Exteriores alegó anteriormente que la protección de la planta, operada por una empresa ucraniana, persigue evitar fugas de materiales nucleares y radiactivos en medio del conflicto.
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