Según argumentaron los religiosos, la nación necesita un acuerdo más amplio, con todos los actores involucrados en la crisis para salvar el país.
Además, expresaron preocupación por el retraso registrado con vistas a alcanzar el objetivo principal del Montana, que es garantizar la armonización entre los protagonistas de la crisis en momentos en que las condiciones de vida de la población son cada vez más difíciles.
De igual manera, alentaron a los firmantes a trabajar con sus contrapartes para mejorar la suerte de la patria común.
La declaración surge luego de que los coordinadores del Acuerdo Montana anunciaron la suspensión de las negociaciones con el ejecutivo y aseguraron que el Gobierno no tiene ningún deseo real de avanzar en el diálogo.
“El Estado es una barrera para resolver la crisis política. El Estado es un obstáculo para la renovación del sistema político, que es una condición necesaria para las elecciones y la creación de riqueza”, apuntaron en un comunicado la semana pasada.
En paralelo, los aliados gubernamentales también experimentan una crisis interna, luego que una franja del Sector Democrático y Popular, liderada por el exsenador Nenel Cassy, informó su retiro del consenso del primer ministro, Ariel Henry.
Las fuerzas políticas no han sido capaces de alcanzar un consenso en el último año tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse y mientras el país se hunde en una espiral violenta, con el aumento de las pandillas armadas que operan con total impunidad.
Más de 500 víctimas mortales se registraron desde abril como consecuencia de los enfrentamientos violentos de las bandas, al tiempo que crece la inseguridad alimentaria y la migración desenfrenada.
Expertos coinciden en que el país necesita estabilidad política para hacer frente a sus problemas fundamentales, pensar en elecciones y en un proceso de democratización, sin embargo, el esperado acuerdo tarda en llegar.
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