El evento organizado por la Red Nacional de Magistrados, el Ministerio de Justicia y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, centra sus debates sobre los delitos económicos, financieros, sexuales y la violencia urbana que muestran una tendencia al alza.
Por su parte, el Gobierno aspira al fin de la impunidad y a una reforma del sistema judicial que permita disminuir la cifra de detención preventiva prolongada, según una declaración del primer ministro Ariel Henry, leída por su representante Richard Alexis.
“No es normal que nuestras prisiones estén en tal estado de deterioro y que nuestros presos, que han sido declarados culpables o simplemente están a la espera de juicio, estén encarcelados en condiciones fuera de lo normal”, reza la declaración que admite el fracaso del sistema judicial.
Henry también reconoció que los juzgados y tribunales no funcionan y se encuentra a la espera de que se diga la verdad sobre los atroces asesinatos del jefe de Estado Jovenel Moïse, del presidente del Colegio de Abogados Monferrier Dorval y de las víctimas de diversas masacres y otros crímenes atroces.
“Estamos aquí reflexionando sobre la justicia del futuro, pero no puedo hablar de la distribución de la justicia en nuestro país pretendiendo ignorar que los juzgados de nuestra capital están hoy desiertos de magistrados, de abogados y de personas que acuden a los tribunales”, lamentó.
En la Conferencia se extenderá hasta el jueves los magistrados defenderán la necesidad de contar con centros judiciales especializados que ofrezcan garantías de una buena distribución de la justicia, dijo por su parte, Ikenson Edumé, presidente de la Red Nacional de Magistrados de Haití.
Asimismo, insistió en la urgencia de modernizar, especializar e independizar el sistema judicial en aras de que Haití alcance los objetivos de ser un país emergente para 2030.
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