Según la Administración Meteorológica de Corea del Sur (KMA, siglas en inglés) las precipitaciones se consideran las más fuertes sobre el país en los últimos 80 años.
En partes de Seúl, la ciudad portuaria occidental de Incheon y la provincia de Gyeonggi, se estima cayeron más de 100 milímetros por hora, mientras en el distrito capitalino de Dongjak se superó los 141,5 milímetros, la mayor cifra desde 1942.
La KMA también pronosticó hasta 300 milímetros para la capital hasta el jueves, y 350 milímetros en la parte meridional de la provincia de Gyeonggi.
El presidente Yoon Suk-yeol pidió a su gabinete realizar todos los esfuerzos posibles para minimizar los daños ocasionados en viviendas, vehículos, edificios y estaciones de metro.
Nueve personas resultaron heridas en la provincia de Gyeonggi y 391 personas de 230 hogares, en el área metropolitana de Seúl, se quedaron sin vivienda y se refugiaron en escuelas y otras instalaciones públicas.
Los aguaceros igualmente dejaron varias instalaciones públicas fuera de servicio y causaron una suspensión temporal en secciones de algunas vías férreas y líneas del metro.
Alrededor de 80 secciones de las carreteras, tres vías subterráneas y 26 estacionamientos fueron bloqueados por preocupaciones de seguridad.
En tanto, los bomberos rescataron a 88 personas de arroyos desbordados, mientras el Ministerio del Interior y Seguridad elevó su nivel de vigilancia de daños por inundación, de «alerta» a «grave».
Por su parte, el Servicio Forestal emitió avisos de deslizamientos de tierra en 47 ciudades y comarcas.
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