De acuerdo con reportes locales, el ciudadano, de 42 años, amenazó con prenderse fuego y matar a los trabajadores de la oficina, apuntando su arma en el rostro del gerente de la sucursal bancaria.
La Agencia Nacional de Noticias informó que al lugar acudieron efectivos de las fuerzas de seguridad, del Ejército, equipos de la Cruz Roja y de la Defensa Civil para hacer frente a cualquier emergencia y negociar con el asaltante.
El hermano del agresor señaló que este se entregará e irá a prisión luego de recibir su dinero para continuar con el tratamiento médico de su padre, señaló el medio.
La publicación destacó la presencia en la zona del jefe de la Asociación de Depositantes de Líbano, Hassan Mughniyeh, en un intento de persuadir al hombre armado y disuadirlo de realizar cualquier acto dañino.
Mughniyeh manifestó que la política de indiferencia adoptada con respecto a los derechos de los depositantes en los bancos arrastró al país a esta situación y responsabilizó a la autoridad política y las instituciones prestamistas de Líbano.
Según informes de Naciones Unidas, cerca de dos millones de personas en Líbano solicitan servicios de salud humanitarios, impulsados por la falta de disponibilidad, así como la inasequibilidad de los medicamentos, el aumento vertiginoso de los costos de hospitalización y las instalaciones de atención primaria de salud sobrecargadas.
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