Mediante un comunicado, Al-Asmar subrayó que el asalto a la sucursal del Banco Federal en la zona capitalina de Hamra el jueves último constituye un asunto peligroso que establece la caída de las últimas fortalezas del Estado y abre la puerta a los ciudadanos a ejercer por sí mismos sus derechos.
El dirigente sindical denunció la política de opresión de las instituciones prestamistas en controlar a los ciudadanos, “humillarlos con circulares y gastos, irrespetarlos y abstenerse de pagar y devolver lo que establece sus contratos”.
La autoridad aseguró que llegó el momento de la correspondiente acción contra los cazadores de dinero y todos los que violan los depósitos internos y externos; así como el futuro de las familias y sus hijos a través de fondos ficticios.
«Es hora de levantarse contra estos bancos que han causado estragos con sus socios en el Banco de Líbano (Banque du Liban) y el Estado oculto”, insistió.
Al-Asmar puntualizó la urgencia de una política diferente que otorgue derechos de manera programada a los depositantes y detenga los métodos en el trato con las personas para restaurar cierta confianza para la continuación del trabajo bancario.
Culpó a las entidades financieras de manipular el tipo de cambio de la libra libanesa con respecto al dólar estadounidense hasta niveles imaginarios para arrastrar al país a la pobreza.
El pasado jueves, el ciudadano Bassam Sheikh Hussein ingresó con gasolina y retuvo durante horas a los empleados de la sucursal bancaria en reclamo por el depósito de 210 mil dólares para continuar con el tratamiento médico de su padre.
Luego de horas de tensión y tras acordar un pago, las Fuerzas de Seguridad arrestaron al hombre de 42 años en medio de manifestantes que responsabilizaron por el incidente a la política de indiferencia del Estado, las autoridades y el Banco Central.
Bajo investigación y detenido, la Asociación de Depositantes de Líbano rechazó el arresto arbitrario e injusto de Sheikh Hussein y convocó a una vigilia para exigir su inmediata liberación.
mem/yma