La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) de ambas naciones, advirtió que esa situación provocará una reducción en el suministro de agua procedente de ese cauce.
En un comunicado generado en Mexicali en la margen mexicana, los comisionados informaron del grave deterioro del río, que nace en las Montañas Rocosas y serpentea a través de Colorado, Utah, Arizona, Nevada, California y el norte de México, y desemboca en el Golfo de California.
Señala que el afluente se alimenta principalmente de las cumbres cuya nieve se derrite lentamente durante los meses más cálidos, y ese caudal surte de agua a Baja California y al municipio sonorense de San Luis Río Colorado, así como a siete estados de Estados Unidos.
Ayuda a sustentar la industria agrícola de esa región estadunidense, cuya producción alcanza un valor anual de 15 mil millones de dólares.
La comisionada de México, Adriana Reséndez, explicó que la reducción de la cuota anual del agua del río que corresponde a México se debe a un acuerdo entre ambos países, firmado para compartir las aguas ante la sequía histórica en la zona.
Por su parte, la comisionada estadounidense, María Elena Giner, calificó de “muy fuerte” la escasez de agua que padecen los estados que integran la cuenca del Colorado para ellos.
La escasez se agrava, dijo, porque el lago Mead, en Nevada, está a 25 por ciento de su capacidad, va en declive y la altura del agua es casi ocho metros menor que en 2021.
Reconoció que México es parte de la solución, al igual que los siete estados de la frontera, y elogió los resultados de medidas aplicadas en su país, que incluyeron una inversión de 18 millones de dólares para uso agrícola.
De acuerdo con las reducciones anunciadas, Arizona perderá 21 por ciento de abasto para 2023 respecto de su asignación inicial.
Nevada dejará de recibir alrededor de 8,0 por ciento.
En tanto, México recibirá 7,0 por ciento menos, es decir, 128 millones de metros cúbicos, o sea 1.3 veces el consumo urbano de Mexicali al año.
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