La coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, al frente de la operación, insiste en que el agua sigue siendo el principal obstáculo en las labores de rescate, aunque la extracción se realiza de manera constante.
Desde el miércoles 3 de agosto, las autoridades buscaron diversas maneras de atender la emergencia, mientras los familiares exigen que se rescate con vida a las víctimas.
La falta de contacto incluye, por supuesto, imposibilidad de bajar alimentos y agua potable si es que se mantienen vivos, algo que ya duda los especialistas.
La desesperación de familiares y amigos llegaron al punto de que varias personas que trabajaron en este punto solicitaron que los dejen entrar para usar sus conocimientos en la mina y así poder llegar hasta sus compañeros.
Se ofrecieron incluso a firmar una carta para que el Gobierno no tenga consecuencias de su entrada al sitio. Esta petición denegada por cuestiones de seguridad pues los pozos inundados tienen más de 30 metros de agua de profundidad y arremolinada.
El asunto es que no se han podido taponar las grietas por donde se filtra el agua de un pozo aledaño, cerrado 30 años atrás y que desde entonces parece un río por la cantidad del líquido estancado en su interior.
La estrategia de las autoridades se centra en evitar la filtración de agua desde los pozos que se encuentran cerca de este punto y ocasionan que no pueda extraerse completamente el líquido.
El equipo encargado de esta acción ha continuado con la extracción del líquido. Se prevé que eventualmente se localice el agujero desde el que el agua pasa al pozo y sea bloqueado con un muro.
De esta manera, los especialistas podrán continuar con el apuntalamiento de la zona para evitar los derrumbes y posteriormente localizar a los trabajadores.
La expectativa de vida en esas condiciones se complica, ya que no han recibido alimentos, líquidos que pueda nutrir sus cuerpos. A esto se debe sumar las condiciones climáticas, la humedad que hay en el lugar.
La última vez que los expertos trataron de entrar al lugar, se vieron imposibilitados a hacerlo, ya que una nueva inundación entorpeció las labores. Sin saber dónde se encuentra la filtración será imposible para los rescatistas buscar a los atrapados, ya que es necesario que puedan maniobrar dentro de él.
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