Fabio De Iaco, presidente de la Sociedad Italiana de Medicina de Emergencia (Simeu), señaló en declaraciones divulgadas este lunes en el sitio digital de la agencia local de noticias DIRE, que se observa un incremento de “la deshidratación silenciosa” de los pacientes.
Este fenómeno está afectando principalmente a personas con más de 70 años de edad, quienes “llegan a las salas de emergencia ralentizadas, ya no hablan, dejan de moverse y entonces descubrimos que están deshidratadas”, señaló De Iaco.
La pandemia de la Covid-19 y las fuertes olas de calor que inciden en el país este verano, afectan sobre todo a los ancianos frágiles, según este especialista, quien agregó que “la deshidratación desencadena en ellos una cadena de eventos que agrava las patologías de base”.
De acuerdo con un informe sobre mortalidad y acceso a urgencias verano 2022, divulgado el 9 de agosto último por el Ministerio de Salud italiano, en mayo la mortalidad fue un 10 por ciento más alta en el país, con picos registrados en varias ciudades de esta nación europea.
Resultaron afectadas principalmente durante ese mes localidades del centro y sur del país, en particular Brescia, Roma, Pescara, Bari y Potenza.
Durante el mes de junio el aumento fue de 9,0 por ciento y las ciudades con mayores índices resultaron Catania, Bari, Palermo, Nápoles, Romay Turín.
En la primera quincena de julio el ascenso en la mortalidad llegó al 21 por ciento y entre las urbes con mayores registros estuvieron Latina (+72 por ciento), Viterbo (+52) Bari (+56), Cagliari (+51), Catanzaro (+48), Catania (+35), Palermo (+34) y Brescia (+31).
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