Este cese de labores se observará en todas las instalaciones de APN en el país, el tiempo será utilizado en celebrar la vida de las víctimas, precisó la organización.
Al menos nueve personas fueron asesinadas en la entrada de Cité Doudoune, en la comuna de Croix-des-Bouquets, el pasado sábado, entre ellas Josette Fils Desanclos, empleada de APN y sus dos hijas Sherwood y Sarhadjie Desanclos.
Las víctimas intentaron escapar de un secuestro y su auto fue acribillado y luego quemado por los miembros de la pandilla que opera en la zona.
“Se llevaron las computadoras portátiles y las maletas de las víctimas antes de disparar nuevamente hacia el automóvil que se incendió, con Sherwood Sondjie Desanclos y Sarhadjie Desanclos, aún con vida, y quienes intentaban desesperadamente salvarse”, denunció la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos.
Además de la familia, tres motociclistas, un conductor, un herrero y otras dos mujeres murieron cuando los individuos armados abrieron fuego en su huida.
El primer ministro de Haití, Ariel Henry, condenó el asesinato y calificó los hechos de crimen odioso, al tiempo que reiteró su firme determinación de combatir sin descanso la inseguridad.
El jefe de Gobierno aseguró que dio orden a la Policía para cercar a los bandidos y poner fin al reino de terror.
Por su parte, la Fundación Je Klere, que defiende los derechos humanos, sostuvo en un comunicado que esta masacre es una prueba contundente de la ausencia del Estado y es hora de “cerrar el grifo de la sangre”.
La inseguridad sigue al alza en Haití con las pandillas que ejercen la violencia en los barrios que ocupan prácticamente sin intervención policial.
Más de 500 personas fueron asesinadas desde finales de abril en Puerto Príncipe y sus zonas vecinas en medio de los enfrentamientos de estos grupos por el control territorial.
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