Por lo tanto, hasta julio son 63,27 millones de deudores en el país (de más de 213 millones de habitantes), con crecimiento del 16,50 por ciento en relación con el mismo mes de 2021.
Realizado hace ocho años, este es mayor índice de incumplimiento apuntado por la serie histórica del levantamiento.
El perfil de los miles de nuevos quebrados es de adultos entre 30 y 39 años (24,03 por ciento), siendo el 50,84 por ciento mujeres y 49,16 hombres.
Según la pesquisa, en esa franja etaria, Brasil tiene 15,72 millones de personas incluidas en el registro de insolventes por no conseguir pagar las cuentas.
Todavía hay 20,97 por ciento de personas entre 40 y 49 años que tienen sus nombres marcados en rojo en la lista del banco de datos y otros 19,77 por ciento, con edad entre 50 y 59 años.
El Partido de los Trabajadores (PT) denuncia que, gracias a la mala gestión económica del presidente Jair Bolsonaro, quien empujó al país para el Mapa de la Hambruna, el tiempo del pueblo sin pagar cuentas aumentó de 91 días para un año, según la investigación de la Confederación Nacional de Dirigentes Comerciantes (CNDL)/ SPC Brasil. De acuerdo con el presidente del SPC Brasil, Roque Pellizzaro Junior, tal tiempo de atraso de la deuda es una de las señales de la dificultad del brasileño en regularizar su situación. El problema se agudiza entre los que tienen un bajo nivel de educación financiera.
Detalló que resulta fundamental que, incluso con un ingreso menor, las personas tengan control de sus gastos y destinen una parte de sus entradas para la construcción de una reserva de emergencia.
«Así, en caso de una situación inesperada, el destino no sea el incumplimiento», lamentó.
Solo en julio, cada consumidor con su «nombre sucio» debía, en promedio, tres mil 638,22 reales (714 dólares) en la suma de todas las deudas para diversas empresas.
Para el PT, en un escenario con 33 millones de personas pasando hambre y 14 millones de desempleados, el hábito de no pagar todos los apuros crece y dura más de lo esperado.
El presidente de la CNDL, José César da Costa, vaticinó que para septiembre la expectativa es de incremento en la cifra de morosos.
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