Foto: El Independiente
En una información que estremece a todo México, el presidente de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa, Alejandro Encinas, reiteró con nuevos detalles lo que ya había revelado en el informe sobre el execrable caso de los normalistas el cual definió de Crimen de Estado.
Lo nuevo es que ahora se publica el nombre de la persona que aparecía en el informe de los hechos solamente como “un Coronel” y su importancia radica en que esos seis muchachos no fueron asesinados la noche del 26 y la madrugada del 27, sino tres o cuatro días mas tarde, lo que no deja dudas de la participación del ejército, y en general del Estado, en el crimen.
De esa manera queda bien tipificado el calificativo de Crimen de Estado como lo definió el informe cuando señala que todo el proceso de asesinato y desaparición de los jóvenes fue de conocimiento absoluto desde el inicio del más alto nivel del gobierno de Peña Nieto mediante la actuación del Procurador General Jesús Murillo y su subalterno Tomás Zenón asilado en Israel.
Se corrobora, además, que el oficial Rodríguez Pérez o “El Coronel”, también habría estado en contacto con el grupo criminal Guerreros Unidos, autores materiales de la masacre. La llamada verdad histórica que se urdió en los más altos niveles del gobierno de Peña Nieto para ocultar el crimen, se convierte ahora en un boomerang para sus autores porque involucra a todas aquellas personas que participaron en las reuniones de la Presidencia de la República en Los Pinos en la discusión de estos temas.
Encinas dijo que entre quienes estuvieron en aquellos cónclaves, las autoridades ministeriales –Fiscalía General de la República (FGR) y jueces– deberán ahora ubicar a los responsables en el diseño, operación e implementación de las acciones que derivaron en la versión mentirosa de los hechos, que ya fue derribada por diversas fuentes e informes.
Es la primera vez que la administración federal identifica explícitamente a un mando militar con la ejecución de seis de los 43 normalistas desaparecidos.
Rodríguez Pérez era entonces comandante del 27 Batallón de Infantería, con sede en Iguala, Guerrero, y respondía a las órdenes del general Alejandro Saavedra Hernández, quien en 2014 era comandante de la 35 Zona Militar, con sede en Chilpancingo, y quien tuvo conocimiento de lo ocurrido en Iguala.
mem/lma