En el día de hoy el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dispuso desplegar un operativo policial con vallas que impedían la libre circulación en las inmediaciones del domicilio de la vicepresidenta. Lejos de aportar a la tranquilidad, generó un clima de inseguridad e intimidación, escribió el jefe de Estado en su perfil en la red social Twiter.
Expreso mi más enérgico repudio a la violencia institucional desatada frente a una masiva manifestación de ciudadanos expresándose en libertad y en democracia. Las autoridades capitalinas y sus fuerzas deben trabajar para cuidar la seguridad evitando crear contextos de hostilidad, añadió.
Asimismo, el Presidente indicó que mantener la paz social y garantizar el ejercicio de libre expresión de las personas es una responsabilidad institucional.
Es imperioso que cese el hostigamiento a la vicemandataria. Exhorto a la dirigencia opositora a cesar las expresiones provocativas y violentas, indicó.
La Policía de la Ciudad reprimió hoy con gases lacrimógenos, camiones hidrantes y bastones a manifestantes en las proximidades del domicilio de la ex jefa de Estado en el capitalino barrio Recoleta.
Un periodista que cubría los hechos recibió un fuerte golpe en la cabeza y varias personas fueron detenidas, entre ellas, dos diputados.
Un grupo de ciudadanos derribó las vallas colocadas por los oficiales para impedir el acercamiento al departamento de la exmandataria de quienes la respaldan y acompañan ante la persecución mediática, política y judicial en su contra.
Los participantes en la demostración avanzaron cantando hacia el edificio donde se encuentra Cristina Fernández, mientras los policías intentaban bloquear el acceso y se escucharon disparos de balas de goma, lo cual provocó mayor tensión.
Los manifestantes acusaron al jefe del Gobierno de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, de sitiar a Fernández y lo responsabilizaron por los ataques contra los ciudadanos.
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