Su directora, Marling Pérez, precisó a Prensa Latina además que hasta el momento completaron cerca de la mitad de esa cifra del bioproducto, desarrollado por el Instituto de Suelos, que transfirió la tecnología a Cuba-10, a fin de que produzca el biofertilizante en su planta de bioprocesos.
Entre los beneficios que aporta el Biofer se señalan posibilitar el ahorro de fertilizantes minerales nitrogenados necesarios para garantizar el ciclo vegetativo de los cultivos.
También favorecer el incremento de los rendimientos de los cultivos entre un cinco y 10 por ciento y la disminución de la contaminación ambiental.
El grueso de las 30 toneladas de Biofer se destina al Ministerio de la Agricultura (Minag) para la plantación de frijoles, y el resto, unas cinco toneladas, son para la siembra de estos en áreas agrícolas del Grupo Empresarial Azucarero Azcuba, con fines de autoabastecimiento.
Esta es la tercera campaña de siembra de frijoles en el país que cuenta con el apoyo del Cuba-10, perteneciente al Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar (Icidca), que ha desarrollado y produce una amplia gama de bioproductos.
Actualmente esta Unidad Empresarial de Base realiza inversiones con vistas a terminar el próximo año una pequeña planta multipropósito que permitirá producir celulosa microcristalina, derivado de la celulosa con usos relacionados con la salud pública.
Asimismo, se empleará en la fabricación de raticidas para combatir los roedores que causan pérdidas de sacarosa en los cañaverales.
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