“Ninguna circunstancia puede justificar la desaparición de alguien”, escribió Guterres en su cuenta en la red social Twitter.
Las familias y las sociedades –expresó en su mensaje- tienen derecho a saber la verdad sobre lo que les ocurrió a sus seres queridos.
Según publicó la página de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la desaparición forzada se ha convertido en un problema global que no se limita a una región específica del mundo.
Lo que en un momento se asoció a las dictaduras militares, puede perpetrarse en situaciones complejas de conflicto interno, especialmente como medio de represión política, apuntó el comunicado.
Al manifestar su preocupación, el organismo multilateral advirtió acerca de “la impunidad aun generalizada de las desapariciones forzadas”.
Cientos de miles de personas han sido víctimas del flagelo durante conflictos o períodos de represión en al menos 85 países de todo el mundo, afirmó la ONU.
El 21 de diciembre de 2010, mediante su resolución 65/209, la Asamblea General expresó su profunda preocupación por el aumento de las desapariciones forzadas o involuntarias en diversas regiones del planeta.
Por eso acogió con satisfacción la adopción de la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas y decidió declarar el 30 de agosto para la conmemoración, lo que ocurre anualmente desde 2011.
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