De acuerdo con el Departamento de Estadísticas de este país, tras un incremento plano en el mes de mayo, 14 de los 20 sectores industriales registraron una ligera expansión en junio, gracias a actividades orientadas al cliente, como los viajes y servicios de restaurantes.
El gasto de los hogares en los denominados bienes semiduraderos ascendió, impulsado por un incremento de las facturas en ropa y calzado, ya que un mayor número de personas volvió a las oficinas, indicó el informe citado en el canal CBC News.
De hecho, según una encuesta del Instituto Angus Reid, más de la mitad de los canadienses consideraron no poder seguir el ritmo del coste de la vida, mientras el 80 por ciento recorta su consumo tras el aumento de precios en esferas como la alimentaria.
A su vez, la renta disponible creció, al igual que los ingresos de los hogares, con una mayor remuneración de los asalariados, pero la tasa de ahorro se redujo del 9,5 por ciento al 6,2 por ciento en el segundo trimestre.
La agencia indicó que el producto interno bruto (PIB) de esta nación norteña aumentó un 0,1 por ciento en el mes de junio, con un crecimiento real de ese indicador del 0,8 por ciento en el segundo trimestre de 2022.
Sin embargo, el Departamento de Estadísticas de Canadá ve indicios de que el PIB real bajó un 0,1 por ciento en julio, sobre todo en los sectores de la industria manufacturera, el comercio minorista, el mayorista y los servicios.
En opinión del economista Andrew Grantham, el crecimiento del PIB, aunque sólido en general en el segundo trimestre, es «más débil de lo previsto».
El suave comienzo del tercer trimestre sugiere que “la economía está reaccionando más rápidamente a la subida de las tasas de interés de lo que el Banco de Canadá podría haber previsto”, aseveró.
En su actual campaña de cara a la inflación, el sistema bancario aumentó los tipos de interés hasta el 2,5 por ciento en julio, y debe haber otro incremento en septiembre, precisa CBC News.
Tres cuartas partes de los entrevistados por el Instituto Angus Reid declararon estar estresados por el dinero, en un país donde la inflación se ubicó en un 7,6 por ciento en julio, y los precios de los alimentos aumentaron un 10 por ciento en comparación con las cifras de hace 12 meses.
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