Esta jornada, el diario La Nación publicó que el mandatario y la vicepresidenta Cristina Fernández triplicaron en un año sus patrimonios, lo cual el jefe de Estado calificó de incierto.
Dicho medio sirve a intereses políticos y económicos perfectamente identificados. Dice “fiscalizar el poder” y utiliza una doble vara porque en ese acto sirve a otros. Manipulación de la verdad, a mi juicio. Otra muestra de la decrepitud que exhibe parte del periodismo argentino, señaló.
Soy, en esencia, un profesional de la clase media. Fui criado en una familia en la que el padre era un juez que, cuando fue cesado en agosto de 1976 por quienes asaltaron el poder de la República, vivía en una casa alquilada en Villa el Parque y poseía un automóvil Cadillac modelo 1949, añadió.
Además, indicó que recibió educación pública, se graduó en Abogacía y pudo comprar una vivienda en la que creció su hijo mayor.
“Me asocié en la compra de una oficina y pude disfrutar de tener siempre un auto estándar de fabricación nacional. Cosas que ocurren en la clase media argentina. Con esos bienes accedí a la Presidencia. Son exactamente los mismos que hoy tengo”, aseveró.
Nada se incrementó en mi patrimonio. Solo las revaluaciones dispuestas por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y por la Administración Federal de Impuestos Públicos (AFIP) determinaron que esos valores crezcan tanto como las autoridades ordenaron, apuntó.
Además, afirmó que llamó su atención la mención que el mismo diario hizo sobre la titular del Senado.
Semejante conclusión se vuelve absurda a poco que se repare en que, en virtud de las inhibiciones de bienes dispuestas en los diversos procesos a los que fue sometida en los últimos años, su capacidad de disposición patrimonial quedó acotada tan solo al manejo de sus ingresos previsionales, explicó.
Por el respeto que me genera la memoria de mi padre, hice de mi honestidad un valor supremo. Pongo todo mi empeño para que en mi Gobierno la transparencia de la gestión no se empañe por la mala conducta de un funcionario. Por eso duele semejante manipulación de la realidad, afirmó.
Esta jornada, la Secretaría de Comunicación y Prensa de la Presidencia explicó que lo que presentan como crecimiento o triplicación del patrimonio del mandatario y algunos de sus funcionarios, es sencillamente el cambio de valuación fiscal dispuesto en los inmuebles de esta capital.
Según ese organismo, la AFIP resolvió tomar este año el mismo indicador que la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos en esta ciudad para diseñar el Impuesto Inmobiliario, Alumbrado, Barrido y Limpieza.
Es lo que se denomina el valor homogéneo, que multiplica por cuatro el fiscal. Esa modificación es la que se debió aplicar en las declaraciones juradas de este año por primera vez y provoca la modificación de montos que no reflejan ningún aumento por incorporación de otros activos, añade.
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