Como resultado, solo 84 de 200 parlamentarios se pronunciaron en contra del actual Gobierno.
Las facciones parlamentarias de la oposición acusaron alas autoridades checas de no ayudar lo suficiente a sus ciudadanos y a las empresas para hacer frente a los altos precios de la electricidad y el gas natural.
El Gobierno, por su parte, indicó que había presentado un plan de apoyo económico a los conciudadanos.
Además, representantes de las facciones opositoras exigen la dimisión del ministro del Interior, Vit Rakusan.
Los problemas con los hidrocarburos en República Checa se agudizaron tras el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania.
Varios países occidentales activaron sanciones contra Moscú después de que el gobierno ruso reconociera a las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk e iniciara dicha operación ante la solicitud de ayuda de estas para contrarrestar la agresión de grupos paramilitares neonazis y el Ejército de Kiev.
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