Los manifestantes portaban banderas y pancartas antigubernamentales con inscripciones como Gobierno y medios de comunicación mentirosos, posicionándose en contra del conflicto ucraniano y la salida del país de la Organización del Tratado Atlántico Norte.
Al mismo tiempo, varios ponentes pidieron la renuncia del Gobierno por el auge de los precios de la energía, el apoyo de Ucrania con armamento y sugirieron una convocatoria a huelgas.
La presente marcha se produjo sin altercados, a diferencia de una similar que tuvo lugar en marzo, cuando parte de los manifestantes intentaron irrumpir en el edificio del Museo Nacional con el objetivo de quitar la bandera ucraniana.
De acuerdo con especialistas, desde el estallido del conflicto bélico ucraniano, varios países de la región reportaron problemas con la inflación y el elevado costo de vida.
Las naciones occidentales activaron sanciones económicas contra la Federación de Rusia después de que su Gobierno reconociera a las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk e iniciara una operación militar especial ante la solicitud de ayuda de estas para contrarrestar la agresión de grupos neonazis y el Ejército de Kiev.
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