«La apelación a las armas para levantar banderas políticas, cualesquiera que sean las razones esgrimidas, constituye un disparate absoluto», subrayó la formación política.
Más cuando el pueblo colombiano, de manera pacífica y democrática, obtuvo un triunfo electoral sin antecedentes el pasado 19 y cuando el gobierno progresista de Gustavo Petro emprende las reformas económicas, sociales y políticas largamente esperadas, añadió la colectividad.
«El Acuerdo Final de Paz de 2016 se convirtió en realidad, gracias a la movilización de millones de compatriotas que salieron a las calles, para dar un no rotundo a la continuación de la confrontación y la violencia», manifestó.
Asimismo, desató una potencia transformadora imparable, que, de nuevo, con movilizaciones crecientes de la población más golpeada por las políticas neoliberales, condujo a la conformación del gran movimiento popular que llevó al Pacto Histórico al gobierno, reconoció.
Para Comunes, es evidente que quienes persisten en la vía de las armas con el pretexto de democratizar y modernizar el país, se hallan completamente al margen de la realidad y la voluntad nacionales.
«Las puertas del diálogo y la solución política han sido abiertas de par en par por el actual gobierno, legítimo representante de las mayorías olvidadas que claman por justicia social», reiteró.
Consideró que nada justifica hoy en Colombia una acción criminal como la ocurrida en el sector rural de Neiva, donde fueron asesinados los uniformados.
«Rechazamos y condenamos sin vacilación alguna la emboscada perpetrada contra humildes policías en el departamento del Huila. Que sea esa la última acción del país salvaje que la nación colombiana lucha por dejar atrás», enfatizó.
Comunes considera que los colombianos pueden vivir sin atentados, sin asesinatos, sin amenazas, respetando el pensamiento distinto y resolviendo las diferencias por medios democráticos.
«La buena nueva para Colombia es el gobierno de transición que recién se instaló en la Plaza de Bolívar. La esperanza por fin ha tomado cuerpo en unas instituciones que se la juegan por transformaciones de fondo, y a las que acompañan multitudes entusiastas», remarcó.
Subrayó que insistir en opciones violentas, sembrando zozobra y temor en amplias regiones de nuestra geografía, sólo sirve a los intereses que se han lucrado siempre con la guerra.
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