Sharif dijo que la medida tiene en cuenta la gravedad de la situación debido a las fuertes riadas, reflejó la emisora Radio Pakistan.
Casi un tercio del territorio del país está bajo el agua tras meses de lluvias monzónicas récord que ocasionaron la muerte de mil 300 personas, entre ellas 262 mujeres y 458 niños, y 12 mil 703 resultaron heridas.
Los intensos diluvios y riadas arrasaron casas, negocios, carreteras y puentes y las autoridades afirman que las pérdidas económicas superan los 10 mil millones de dólares, con cientos de miles de personas sin hogar mientras se acerca el invierno.
Según los datos del departamento de salud de julio a septiembre 660 mil 120 personas fueron atendidas en los campamentos médicos del gobierno en las zonas afectadas por las inundaciones.
Las enfermedades diarreicas y de la piel están muy extendidas al igual que los casos de enfermedades respiratorias agudas, malaria, así como las mordeduras de serpiente y de perros, entre otras afecciones.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas alertó que al menos 128 mil mujeres embarazadas en las zonas afectadas por las inundaciones necesitan atención urgente, y se espera que 42 mil gestantes den a luz en los próximos tres meses.
La Autoridad Nacional de Gestión de Desastres señaló que casi seis mil kilómetros de carreteras fueron arrastrados por las aguas, además de 246 puentes demolidos y 1,6 millones de viviendas destruidas o con graves daños desde el comienzo del periodo lluvioso del monzón en junio.
Pakistán recibe fuertes lluvias durante su temporada lluviosa anual de los monzones, que son cruciales para la agricultura y el suministro de agua, pero desde hace décadas no se veían aguaceros tan intensos.
Las autoridades pakistaníes culpan al cambio climático, que está aumentando la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo.
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