La indagación fue realizada específicamente en el gusano cogollero del maíz (Helicoverpa zea), importante plaga que provoca estragos en el maíz, algodón, la soja, los pimientos, los tomates y otros cultivos de hortalizas.
Desde su página news.ncsu.edu los investigadores de la institución explicaron que el monitoreo y predicción sobre dónde aparecerá la plaga podría ayudar a los agricultores a su eficaz control.
Ello facilitaría, señalaron, reduciría los impactos financieros y ambientales del uso de pesticidas.
En la indagación los expertos combinaron datos históricos de la temperatura del suelo con otros de seguimiento a largo plazo del gusano cogollero del maíz e información sobre cómo la plaga sobrevive en condiciones de frío en un entorno de laboratorio.
Ello permite comprender mejor cómo la plaga puede sobrevivir bajo tierra durante los meses más fríos del invierno, según el estudio, publicado en “Proceedings of the National Academy of Sciences”.
Un mayor éxito de hibernación puede expandir las áreas donde la plaga puede vivir y prosperar, afirmaron los investigadores, dada su capacidad de migrar a largas distancias.
Un mayor éxito de hibernación en latitudes más al norte aumenta el potencial de daños a los cultivos por esta plaga, además de las afectaciones del cambio climático, precisó el estudio.
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