La mayoría de los casos notificados en las últimas cuatro semanas pertenecen a la región de las Américas con un 70,7 por ciento y Europa con un 28,3.
Los 10 países más afectados a nivel mundial son Estados Unidos (19 mil 351), España (seis mil 645), Brasil (cinco mil 197), Francia (tres mil 646), Alemania (tres mil 493), Reino Unido (tres mil 413), Perú (mil 546), Canadá (mil 289), Países Bajos (mil 172) y Portugal (871).
El 98,2 por ciento de los casos pertenecen al sexo masculino, con una edad media de 36 años, precisó la fuente.
Aunque la mayoría de los casos en los brotes actuales se presentaron con síntomas leves de la enfermedad, el virus de la viruela símica puede causar un padecimiento grave en ciertos grupos de población, en particular en niños pequeños, mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas, alertó la OMS.
El organismo internacional puntualizó que 18 personas perdieron la vida por esta dolencia.
Hasta la fecha, la presentación clínica de los casos de viruela del simio asociados con este brote es variable. Muchos casos en este brote no se presentan con el cuadro clínico descrito clásicamente para este mal (fiebre, ganglios linfáticos inflamados, seguidos de una erupción centrífuga en evolución).
Las características atípicas descritas incluyen presentación de solo unas pocas lesiones -o incluso de una sola- que comienzan en el área genital o perianal y no se extienden más.
“La presentación clínica generalmente se describe de leve y la mayoría de los casos tienen lesiones en los genitales o en el área perigenital, lo que indica que la transmisión probablemente ocurrió por contacto físico cercano durante las actividades sexuales”, subraya el informe del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Puntualiza que la etapa de incubación de la viruela del mono suele ser de seis a 13 días, si bien puede oscilar entre cinco y 21, y lo más importante es que afecta a cualquier ser humano.
Dicha enfermedad es una zoonosis viral, endémica de zonas remotas de África central y occidental, que produce síntomas parecidos a los observados en la viruela humana en el pasado, aunque con manifestaciones menos severas, especificó la Organización Mundial de la Salud.
La infección se produce por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales o las lesiones de la piel o las mucosas de animales contagiados y todavía no existen tratamientos ni vacunas específicas contra la afección.
rgh/joe