«Es muy importante que trabajemos por un alto al fuego de carácter multilateral. En todas las regiones del país que hemos visitado existe el clamor de las comunidades, porque la no implementación del Acuerdo de Paz llevó a la proliferación de grupos armados de toda índole», manifestó.
Entonces al lado de las iniciativas de negociaciones, como es la mesa con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), queremos que se vaya generando en el país un paulatino alto al fuego de carácter multilateral, puntualizó al referirse a la política de paz total que busca poner en marcha el gobierno de Gustavo Petro.
«Y ese es el propósito de una gran reunión que hemos convocado para el 29 de septiembre que será la Cumbre por el alto al fuego multilateral», subrayó.
La cita será auspiciada por el congreso de la República y con la participación de la iglesia católica, iniciativas humanitarias como la promovida por el expresidente Ernesto Samper (1994-1998) y la participación de las comunidades territoriales, detalló.
El senador, presidente de la Comisión de paz, aseguró que hay disposición de algunos de estos grupos y personas individuales que los integran, pero -dijo a Prensa Latina- es una operación compleja.
«Ya no se trata del alto al fuego entre las fuerzas militares del Estado y el ELN o cualquier otro grupo, sino que hay que lograr que se produzca en los territorios la conjunción de voluntades para lograr este propósito», acentuó.
Esa operación no es fácil, es compleja y la diseñarán de la mejor forma, reiteró el senador al tiempo que recalcó que cada grupo está buscando controlar territorios, apropiarse de rentas ilegales, entre otros actos que afectan a las poblaciones más vulnerables y al país en general.
Esta es una iniciativa del conjunto de fuerzas implicadas en lograr la paz en Colombia, tanto del congreso a través de sus comisiones de paz, de la Coordinadora Humanitaria, como de la iglesia católica, y lo fundamental es el trabajo mancomunado con las comunidades, entidades citadas y organismo internacionales.
Afirmó que fue «trascendental» su reciente visita a Cuba junto al canciller de Colombia, Álvaro Leyva Durán, y el alto comisionado para la paz, Danilo Rueda, para explorar el posible reinicio de los diálogos de paz con el ELN.
«Después de cuatro años de silencio, de desconfianza, de interrupción de los diálogos, en 48 horas hicimos lo que no hizo el gobierno en ese tiempo: y es poner de nuevo en marcha el proceso», recalcó.
Como en todo proceso de paz hay discusiones, diferencias, pero solamente sentados en una mesa podremos resolverlas, afirmó el reconocido político.
Acerca de la implementación del Acuerdo de Paz en el nuevo gobierno de Colombia, consideró que es una pieza angular de la política en general y es la base para lograr transformaciones democráticas que requiere urgentemente el país.
Recordó que en la administración de Iván Duque «como diría un título literario: ‘En busca del tiempo perdido’, eso es lo que necesitamos ahora hacer».
No solo se hizo muy poco por la paz en el mandato anterior, sino que se hicieron esfuerzos concertados y sistemáticos para atacar y hacer el mayor daño posible al proceso de paz en Colombia, recordó el congresista.
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