El estudio consistió en el examen de las mandíbulas inferiores en fósiles de Brasilodon quadrangularis, un animal del tamaño de un ratón que vivió hace 225 millones de años.
El análisis de las diferentes etapas de crecimiento que muestran el desarrollo de los dientes en cada uno de los fósiles proporcionó evidencia de que estos eran los restos de un mamífero, destaca el artículo.
El estudio internacional fue dirigido por la Universidad Federal de Rio Grande del Sur, en Porto Alegre, e incluyó a investigadores de la referida institución londinense y del Museo de Historia Natural.
Acorde con Moya Meredith Smith, autora colaboradora y profesora emérita de Evolución y Desarrollo de Anatomía, las nuevas evidencias eleva el nivel de debate sobre lo que define a un mamífero y muestra que fue un momento de origen mucho más temprano en el registro fósil de lo que se conocía anteriormente.
El artículo señala que las glándulas de los mamíferos, las cuales producen leche y alimentan a los jóvenes de los mamíferos hoy en día, no se han conservado en ningún fósil encontrado hasta la fecha.
Es por ello que los científicos debieron confiar en «tejidos duros», hueso mineralizado y dientes que se fosilizan para obtener pistas alternativas.
En el examen de las denticiones encontradas en los fósiles de Brasilodon quadrangularis del sur de Brasil, y fechadas hace unos 225 millones de años (Triásico Tardío / Norian), el equipo de investigación descubrió evidencia de solo un conjunto de dientes de reemplazo, indica el texto.
Ello es una característica clave, añade, de los mamíferos conocida como difiodontia, fenómeno complejo y único que, con el reemplazo de dientes, también implica cambios profundos y controlados en el tiempo en la anatomía del cráneo, por ejemplo, el cierre del paladar secundario, lo cual permite a los jóvenes mamar, mientras respiran al mismo tiempo.
La doctora Martha Richter, asociada científica del Museo de Historia Natural de Londres y autora principal del artículo, destacó que esta investigación reunió a científicos brasileños y británicos.
Ellos, señaló, aportaron sus experiencia en el desarrollo del cráneo, la anatomía dental, la fisiología y la histología para interpretar los fósiles jovenes y adultos de la especie extinta Brasilodon quadragularis.
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