La disposición se tomó tras el aumento de las enfermedades transmitidas por el agua en las zonas afectadas por las inundaciones, donde se registran más casos de afecciones de la piel, deficiencias nutricionales, diarrea y malaria. Un informe de Unicef destacó que las recientes lluvias en este país asiático provocaron más de mil 200 muertos, entre ellos 400 niños, y al menos 16 millones de infantes, de un total de 34 millones en el país, están afectados por las crecidas, que dañaron más de 1,5 millones de hogares y 18 mil escuelas.
La entidad de Naciones Unidas alertó que las personas afectadas necesitan agua potable, pues su carencia puede dar lugar a múltiples enfermedades y solo faltan ocho semanas para el inicio de la temporada de invierno, lo cual empeorará la situación en el país.
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