Luigi Maria Vignali, director general para italianos en el extranjero y políticas migratorias, refirió en declaraciones divulgadas este miércoles por el diario la Repubblica, que para asegurar las votaciones ya iniciadas se destinan unos 30 millones de euros.
En el pasado no ha faltado el fraude por lo cual este año nos hemos centrado en la seguridad, manifestó Vignali, quien agregó que “hemos insistido mucho en el secreto del voto, porque en otros países se puede desdibujar este concepto”.
Casi cinco millones de italianos, atendidos en 202 consulados, votarán por correo hasta el 22 de septiembre, y a más tardar dos días después de esa fecha las boletas deben llegar al aeropuerto Fiumicino de Roma en 79 vuelos, en vísperas de las elecciones en el país.
Los escaños en juego en el exterior serán ocho en la Cámara de Diputados (de 400), de ellos tres en Europa, dos en América del Norte, dos en América del Sur, así como uno en África, Asia y Oceanía.
También se votará por cuatro puestos en el Senado (de 200), uno por cada circunscripción, precisó la fuente.
“Queremos prevenir y proteger el ejercicio del voto tanto como sea posible” expresó el funcionario, por lo cual se ha reforzado el personal policial para los controles, con el fin de prevenir delitos o verificar informes de partidos o ciudadanos individuales.
Se fortaleció además la herramienta del código de barras, que permite la trazabilidad del paquete con el material de votación y permite la no duplicidad, pues los sobres de votación no se pueden volver a abrir después de haberlos cerrado, apuntó.
Un problema en el que estamos trabajando mucho es en la certeza del padrón electoral, pues solo en 2021 hubo 235 mil cambios de residencia así como 46 mil 358 bajas por fallecimiento, agregó Vignali.
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