Similar al asalto del individuo Bassam Sheikh Hussein en agosto, la mujer entró con un arma, tomó rehenes y amenazó con quemarse tras echarse gasolina si no lograba liberar su depósito de 20 mil dólares. De acuerdo con medios locales, Hafez logró sacar una cantidad de 13 mil dólares y alrededor de 30 millones de libras libanesas para cubrir los gastos del tratamiento de su hermana enferma de cáncer.
En declaraciones al canal Al-Jadeed, la depositante expresó que «el banco nos robó en público y ya no tenía nada que perder y no tenía otra solución».
Hafez reveló que el arma que portaba no era real, sino un juguete que pertenecía a su sobrino.
El jefe de la Asociación de Depositantes de Líbano, Hassan Mughniyeh, subrayó en Twitter que la joven Sally no será la última y cualquier operación de arresto en su contra será enfrentada por todos.
La autoridad anunició que las redadas bancarias de este tipo pudieran aumentar en los próximos días debido al desespero de los ciudadanos por recuperar su dinero ante el agravamiento de la crisis y los altos costos de vida.
El mes pasado, el depositante Sheikh Hussein asaltó la sucursal del Banco Federal en el área capitalina de Hamra en reclamo por el depósito de 210 mil dólares para continuar con el tratamiento médico de su padre.
Luego de horas de tensión, el ciudadano de 42 años y su familia mostraron flexibilidad y terminaron por aceptar una cantidad de 50 mil dólares que necesitaba para la operación de su progenitor.
En la percepción general de los libaneses, el gobernador del Banco Central, Riad Salameh es uno de los artífices de la peor crisis del país en décadas que arrastra a cuatro de cada cinco ciudadanos a la pobreza, según un informe de Naciones Unidas de este año.
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