La estructura aseguró que los ciudadanos están cansados de esperar mientras son víctimas de secuestros, inseguridad de todo tipo y se ven asolados diariamente por el hambre y la miseria.
“Ariel Henry, ¡retírate mientras hay tiempo!”, escribió la plataforma en un comunicado y recordó el carácter ilegítimo e inconstitucional de su nombramiento que no fue fruto de un consenso.
Criticaron, asimismo, que el jefe de Gobierno tomó el poder según la voluntad de un “pequeño grupo apoyado por una determinada comunidad internacional”, en alusión a que Henry fue nombrado dos días antes del asesinato del entonces presidente Jovenel Moïse y luego contó con el espaldarazo del Core Group, formado por embajadores de varios países, así como representantes de la ONU, la OEA y la Unión Europea.
“Solo los saqueadores, los corruptores, los vendedores del país se sienten cómodos en esta situación”, deploró Revolución Social y recordó que el país no puede prosperar favoreciendo solo a los más ricos.
El reclamo a Henry tiene lugar cuando desde hace tres semanas cientos de miles de personas se manifiestan en el país contra el alto costo de la vida, la inseguridad y el crónico desabastecimiento de los combustibles.
Las protestas escalaron esta semana tras la confirmación gubernamental del aumento de los precios de los hidrocarburos, que duplicó los costos de la gasolina e incrementó en un 89 por ciento el diésel.
Desde el lunes, la capital y otras ciudades se encuentran bloqueadas, con los comercios, instituciones públicas y privadas, bancos y otras entidades cerradas, mientras en las calles imponentes barricadas de neumáticos y otros objetos limitan el paso.
Muchas embajadas suspendieron sus servicios y se interrumpieron los vuelos internacionales ante la tensa situación.
Por su parte, manifestantes atacaron la sede de la Televisión Nacional de Haití y la emisora Radio Model FM, y en Gonaïves saquearon los almacenes de la organización Cáritas y del Programa Mundial de Alimentos.
Exigen al Gobierno dar marcha atrás al aumento y señalan que la situación ya es grave para casi la mitad de la población que padece inseguridad alimentaria.
mem/ane