Durante un encuentro con la Coordinadora Especial de las Naciones Unidas en la nación, Joanna Wronecka, el mandatario señaló que la comunicación con el mediador estadounidense Amos Hochstein continúa sobre algunos detalles técnicos relacionados con el proceso de la limitación territorial.
El jefe de Estado expresó su esperanza de que la exploración en aguas libanesas contribuya a revivir la economía nacional que experimenta un declive significativo durante los últimos años, así como mejorar la seguridad y la estabilidad en la región sur.
Aoun aseguró que las conversaciones refrendan la posición de Líbano para beneficiarse del gas y petróleo en los campos especificados en su zona económica exclusiva, lejos de las ambiciones de Tel Aviv.
En la reunión, el presidente libanés reiteró el compromiso del país con las normativas internacionales, en especial la Resolución 1701 del 11 de agosto de 2006, para el mantenimiento de la seguridad y la paz en las fronteras.
Destacó la importancia de la coordinación entre las fuerzas internacionales que operan en el sur y el Ejército libanés en la intención de preservar la estabilidad y evitar cualquier enfrentamiento entre los soldados locales y las milicias de Naciones Unidas.
Pese a la expulsión incondicional de Líbano en mayo del 2000, Israel aún mantiene ocupadas las tierras de las granjas de Shebaa y las colinas de Kafar Chuba, en el sur de la nación.
Ambos países están en situación de guerra desde el establecimiento del Estado de Israel en la tierra ocupada de Palestina y a lo largo de estos años muchos crímenes y ataques perduran en la memoria del pueblo de Líbano, ante las ambiciones de Tel Aviv por apoderarse del agua del río Litani y la riqueza petrolera y gasífera.
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