«No creemos que el mejor camino sea la adopción de sanciones unilaterales y selectivas contrarias al derecho internacional», afirmó el mandatario de tendencia ultraderechista en alusión al conflicto en Ucrania.
Brasil se ha guiado por los principios del derecho internacional y de la Carta de la ONU. «Defendemos un alto el fuego inmediato, la protección de civiles y no combatientes, la preservación de la infraestructura crítica para asistencia a la población y el mantenimiento de todos los canales de diálogo entre las partes en conflicto», dijo Bolsonaro.
Hizo un llamado a las partes, «así como a toda la comunidad internacional, para que no dejen escapar ninguna oportunidad para poner fin al conflicto y garantizar la paz. La estabilidad, la seguridad y la prosperidad de la humanidad corren grave riesgo si el conflicto continúa», señaló.
Según el exmilitar, Brasil ha tratado de «evitar el bloqueo de los canales de diálogo» entre los involucrados en el enfrentamiento bélico y que el gobierno brasileño está «contra el aislamiento diplomático y económico».
«Las consecuencias del conflicto ya se hacen sentir en los precios mundiales de alimentos, de combustibles y de otros insumos. Estos impactos nos colocan a todos en contra de los Objetivos de Desarrollo Sostenible», alertó.
Desde 1955, por tradición, el jefe de la delegación brasileña es el primero en dar un discurso en la ONU.
En su intervención de unos 20 minutos, Bolsonaro también criticó gestiones anteriores e hizo un balance de acciones de su gobierno.
Citó la creación del Auxilio Brasil, la reducción de impuestos que llevaron a la caída del precio de los combustibles y privatizaciones de empresas estatales.
Se vanaglorió de que su administración acabó con la «corrupción sistémica» que, para él, existía en el país, pero silenció que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva probó su inocencia en la justicia ante cada una de las denuncias por el flagelo.
Después de ir a Londres para hacer campaña electoral durante el funeral de la reina Isabel II, Bolsonaro llegó a Nueva York, donde fue blanco de protestas en la ciudad.
Una mega proyección fue hecha en el edificio sede de la ONU. Las imágenes calificaban a Bolsonaro de «vergüenza brasileña», «desgracia» y «mentiroso».
Opositores también exhibían pancartas y gritaban: «pobres de derecha», «fuera Bolsonaro genocida», «Lula cuidará», «paz, amor, Lula».
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