En el documento de 182 páginas, el organismo precisó que la reducción progresiva de los cotizantes activos, y por tanto la caída de los ingresos por contribuciones, el agotamiento en 2024 de la reserva total del programa y el incremento acelerado de nuevas pensiones crearán una fuerte presión en el creciente gasto del IVM.
El tema fue denunciado con anterioridad por organizaciones sociales y más reciente en una mesa única de diálogo con el Gobierno, al rechazar medidas paramétricas, a lo que el titular de la CSS, Enrique Lau, respondió que con ese informe de la OIT tomarían nuevas decisiones.
Es así como el déficit operativo anual proyectado en términos nominales del sistema exclusivamente de beneficio definido de IVM crecerá progresivamente y alcanzará un tope máximo anual en 2050 cercano a los siete mil 500 millones de dólares, según el estudio contratado por el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel).
La OIT reiteró la necesidad de que el Estado identifique nuevas fuentes de financiamiento para cubrir el déficit creciente, ya sea mediante la redefinición del fideicomiso a favor del IVM, el incremento de las transferencias que se hacen anualmente, o a través de otro instrumento alternativo que se defina.
El organismo no se aventuró a hablar de medidas paramétricas, como cambios en la edad de la jubilación o los años que se cotizan, aspectos criticados por Los movimientos populares.
Un análisis de ese tipo fue el que debió tener el Ejecutivo para proyectar el llamado diálogo nacional sobre el asunto en 2021, cuyo supuesto objetivo era reformar la CSS.
El organismo internacional también apuntó hacia la falta de visión a largo plazo de las distintas administraciones del istmo desde que se reformó el sistema de pensiones en 2005, y los problemas de institucionalidad y de gobernanza que enfrenta la CSS.
En julio y agosto de este año, otros informes oficiales y movimientos populares en huelga alertaron sobre la descapitalización de la CSS, lo que ponía en riesgo el programa de beneficio de IVM.
Estadísticas oficiales señalan que en un año, las reservas financieras en esa esfera tuvieron una caída de 814,63 millones de dólares.
Esos ahorros, utilizados para pagar las pensiones cuando los ingresos no son suficientes, se redujeron de dos mil 226 millones de dólares, en marzo de 2021, a mil 411 millones en igual mes de este año, según los informes.
En Panamá, la CSS es una entidad que depende mayormente de las contribuciones que hacen los trabajadores y los patronos.
Sin embargo, la crisis en sus finanzas era totalmente predecible con una caída en el empleo y, por ende, en los aportes de los cotizantes.
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