El CGRI condenó los últimos incidentes en Irán tras la muerte de la joven Mahsa Amini, calificandolos de “otro escenario de los intentos del sistema de hegemonía, el sionismo y sus lacayos por generar crisis dentro del país”, según un comunicado de la entidad divulgado aquí.
Las operaciones psicológicas y la guerra propagandística, mediática e híbrida para afectar la opinión pública mediante las narrativas falsas y parciales, resultan un ejemplo de la lista de las medidas emprendidas por el sistema hegemónico y el sionismo, apuntó el texto.
“Está condenado al fracaso el último complot de los enemigos para reunir, organizar y entrenar las capacidades fallidas y dispersas para equiparlas con el arma de la violencia y comportamiento de (los terroristas de) Daesh”, añadió.
El CGRI destacó otras conspiraciones de sus enemigos para generar caos en Irán y repudió, entre otros casos, “el asesinato de los científicos y élites iraníes, así como la imposición de la guerra económica y las crueles sanciones extensas y permanentes”.
Las autoridades persas sostienen que la nueva “sedición” suscitada en Irán es una venganza por la resistencia, avances, éxitos y los últimos logros estratégicos del país en diferentes campos como el económico y político.
Entre esos puntos de avance destacan la membresía de pleno derecho de la república islámica en la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), así como la neutralización de las sanciones y “la postura firme y clara” del presidente iraní, Seyed Ebrahim Raisi, en Nueva York.
Los disturbios referidos por el CGRI se suscitaron tras la muerte el viernes anterior de la joven Mahsa Amini, de 22 años, tras permanecer durante varios días en estado de coma.
La chica se desplomó mientras se encontraba en un salón de conferencias, según un vídeo, divulgado por las autoridades y captado por las cámaras de vigilancia, donde se aprecia cuando cae al suelo sin tener ningún contacto físico con los agentes.
Mahsa fue conducida a una comisaría en Teherán por la Patrulla de Seguridad Social y Moral de la Policía y debía ser parte del auditorio en una charla sobre el uso adecuado de las prendas femeninas musulmanas.
Tras el incidente los altos responsables del país ordenaron una investigación “minuciosa y urgente” de lo ocurrido, y el presidente Raisi expresó sus condolencias a los familiares y aseguró que dará seguimiento al caso hasta que se aclaren todas sus dimensiones.
Dadas las circunstancias actuales, las autoridades locales critican a la prensa occidental por recurrir a todos los medios, desde la manipulación de datos médicos hasta montajes, para desatar la ira y provocar disturbios en todo el país.
En reacción, desde Irán urgen a los países occidentales a evitar el oportunismo e instrumentalizar el tema de los derechos humanos, precisó un despacho del sitio web de la cadena persa de noticias en español Hispantv.
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