Los encontronazos armados entre ambas comunidades chadianas, una situación que se repite en el norte de Nigeria por la misma causa, empeoraron debido a las dificultades de los ganaderos para alimentar sus reses debido a la creciente desertización en la zona.
El escenario de los combates en los cuales los granjeros llevaron la peor parte, fue la región de Moyen Chari y el detonante la destrucción por un rebaño de bueyes de los cultivos de un campesino, muerto cuando trataba de espantar a las reses, según testimonios de fuentes en el terreno.
Los mismos informantes dijeron que la intervención de las fuerzas del orden, que permanecen desplegadas en la zona, restableció la calma, precaria debido a que las causas del conflicto siguen presentes.
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