Al intervenir en las sesiones ordinarias de la 77 Asamblea General de ONU, el designado por el jefe de Estado, Laurentino Cortizo, criticó los daños causados a los recursos naturales y el ambiente debido a las emisiones de gas, la deforestación y la contaminación de los océanos.
En ese sentido, llamó a detener lo que llamó el ecocidio y estimó que habría llegado el momento de que el mundo disponga de una instancia internacional que exija responsabilidad a todos aquellos que causan daños al planeta.
Según Carrizo, debe transformarse el modelo de desarrollo procurando ecosistemas sanos y sostenibles.
Mencionó que el istmo es uno de los tres países del mundo declarados carbono negativo, además de contar con el 35 por ciento de su territorio y el 30,5 por ciento de sus mares declarados como áreas naturales protegidas.
También alabó que Panamá es el octavo país del mundo en generación de energía limpia.
En su comparecencia consideró que los panameños tienen vocación para la protección de los recursos naturales, por el valor de su posición geográfica y el rol que juega el Canal de Panamá en la economía mundial.
Otra de las ideas planteadas en el discurso de Carrizo fue impulsar una iniciativa global para resolver el alto costo de los medicamentos a nivel mundial.
Al respecto, explicó que la industria farmacéutica, desde la producción, abastecimiento y distribución, debe ser aliada de la salud, porque un medicamento accesible es la diferencia entre la vida y la muerte.
“Vemos con preocupación que millones de personas no pueden acceder a las medicinas. La situación se ha convertido en un acto mercantil y mezquino, los oligopolios obtienen ganancias desmesuradas por las medicinas que distribuyen y venden a los estados y a los particulares”, remarcó.
Manifestó que el actual sistema de distribución de medicamentos avergüenza a la humanidad, por lo que el acceso a los fármacos debe ser valorado como un derecho humano y no como una mercancía cara y de lujo.
En su comparecencia se refirió, además, a la estrategia de Panamá para enfrentar la crisis mundial generada por la pandemia de la Covid-19 y un plan estratégico nacional para luchar contra la desigualdad y la pobreza.
También mencionó la atención a la creciente migración irregular y la política de diálogo impulsada para superar la más reciente crisis social en la nación canalera frente al alto costo del combustible, los alimentos y los medicamentos, sin víctimas fatales que lamentar.
El también ministro de la Presidencia viajó a Nueva York acompañado por la canciller, Erika Mouynes.
En el marco de la Asamblea General se desarrollan importantes eventos paralelos a los que asisten representantes panameños como la Semana del Clima de Nueva York, paneles del Foro Económico Mundial, la Cumbre Mundial de Biodiversidad, la reunión ministerial del Grupo de países de renta media, y encuentros con grupos de filántropos y foros de análisis.
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