“Las armas nucleares no nos hacen más seguros”, expresó en el discurso y agregó que habrá quienes estén de acuerdo, pero crean que es demasiado difícil deshacerse de ellas en este momento.
«No hay duda de que el desarme nuclear es un desafío enorme. Pero si se nos da a elegir, y se nos da a elegir, seguramente elegiríamos el desafío del desarme en lugar de las consecuencias de una estrategia fallida de disuasión basada en armas», explicó la jefa de Estado.
Ardern hizo un llamado a los países para que regresen a la mesa de negociación del Tratado de No Proliferación Nuclear, que es la pieza central de los esfuerzos para detener la proliferación de armas nucleares.
También dijo que Nueva Zelanda defendió una nueva iniciativa que permite a la Asamblea General examinar cualquier uso del veto por parte de uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
«El veto debe ser abolido y los miembros permanentes deben ejercer su responsabilidad en beneficio de la paz y la seguridad internacional, en lugar de la búsqueda del interés nacional», expresó.
El discurso de veinte minutos también abordó el cambio climático, la guerra en Ucrania y las amenazas de la desinformación en línea.
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