La autoridad lamentó el fallecimiento de libaneses, palestinos y sirios en las aguas de la provincia de Tartous, quienes acudieron a “los barcos de la muerte en el mar para escapar del hambre en busca de un futuro y una vida más digna».
El titular hizo hincapié en que estas tragedias y desastres humanitarios casi diarios que ocurren, especialmente en Trípoli, Akkar y el norte de Líbano, requieren una acción urgente al más alto nivel y con la cooperación de organizaciones internacionales.
Bushkian llamó a desarrollar un plan integral de emergencia que incluya coordinación, seguimiento y monitoreo sobre las costas para evitar la repetición de las operaciones de contrabando y arrestar a los implicados.
Según un comunicado de su homólogo de Obras Públicas y Transportes Ali Hamie el número de víctimas del bote ascendió en las últimas horas a 87, entre ellos identificados siete libaneses y dos palestinos, mientras 20 sobrevivientes reciben tratamiento médico.
En este sentido, el jefe del Comité de Diálogo Palestino-Libanés, Basil Al-Hassa, condenó el tráfico de personas y recalcó la importancia de combatir el fenómeno de la inmigración en todas sus formas y dimensiones.
Reclamó procesar a los involucrados, arrestarlos y remitirlos a la justicia para que rindan cuentas, al tiempo que abogó por crear oportunidades de trabajo para los refugiados palestinos y las comunidades vecinas a favor de condiciones de vida más adecuadas.
Por su parte, el jefe de la Comisión Parlamentaria de Derechos Humanos Michel Moussa exigió en su cuenta de Twitter atender las problemáticas económicas y sociales, así como las áreas de las personas vulnerables.
Igualmente, el miembro del bloque Desarrollo y Liberación Qassem Hashem puntualizó que el desastre del barco frente a la ciudad siria de Tartous reveló el estado de negación con el que algunos funcionarios abordan cuestiones y archivos de interés común, desde el tema del gas, la electricidad y el desplazamiento de personas.
De acuerdo con autoridades, el barco partió el martes pasado desde Líbano con más de 150 personas de diferentes nacionalidades con la intención de llegar de forma ilegal a Italia.
Similar tragedia sucedió a fines de abril último cuando un bote con 84 migrantes se hundió en las aguas libanesas de Trípoli con saldo de ocho fallecidos, incluida una niña.
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