Con su característica calma, Landa escuchó durante varias horas los ataques de legisladores contrarios al Gobierno, enfocados sobre todo contra la solidaridad peruana con Argentina y su demanda de soberanía en las islas Malvinas, y con el pueblo palestino, cuyo territorio ocupa Israel, y con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
Expuso las razones históricas y democráticas expresadas en la política exterior peruana, de defensa de la autodeterminación y la descolonización de pueblos y territorios que buscan su independencia. Desmintió que, como sostenían los detractores, esas posiciones sean decisiones novedosas, pues corresponden a la posición histórica que el Perú y su Cancillería mantienen en varios casos desde la fundación de la república, hace 200 años, o desde el inicio del proceso de descolonización, tras la II Guerra Mundial.
Esos principios “se han ratificado bajo el discurso del presidente para establecer sus líneas principales de política exterior en diferentes ámbitos” en la asamblea general de la ONU, explicó al señalar el carácter pluralista de las relaciones exteriores peruanas.
Landa respondió así durante varias horas a los cuestionadores, como el biólogo Ernesto Bustamante, y la presidenta de la comisión de Relaciones Internacionales, Maricarmen Alva.
Bustamante alegó la importancia supuesta de las relaciones económicas con Marruecos que consideró lesionada por el restablecimiento de relaciones peruanas con la RASD, a la que se refirió despectivamente al señalar que no se debe reconocer como república a lo que no es más, según ella, que un grupo de “40 carpas” de nómadas en el desierto.
El canciller respondió a Bustamante que las relaciones con Marruecos, al igual que con el Reino Unido e Israel, se mantienen en pie y señaló que el comercio de Perú con Marruecos es muy reducido.
La legisladora progresista Ruth Luque dijo que llamar a un pueblo “cuarenta carpas” “es un despropósito y expresión de ignorancia” pues la RASD es reconocida por muchos países.
“El restablecimiento de relaciones diplomáticas con la RASD está inspirado en los principios de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas”, dijo sobre la medida que dejó sin efecto la ruptura que en forma inconsulta anunció semanas antes el efímero canciller Miguel Rodríguez.
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