La organización Nuestros Pequeños Hermanos y Hermanas que gestiona al menos tres centros de salud alertó que, debido a la indisponibilidad regular de combustible en el territorio nacional desde hace varios meses y la reciente agitación social, sus reservas estratégicas están casi agotadas.
“Estamos lanzando un SOS a los principales proveedores de combustible para permitir la reposición crucial de nuestra reserva para garantizar la continuación de los servicios pediátricos para más de 153 niños hospitalizados y para más de 47 mujeres embarazadas en la sala de maternidad del Hospital Saint-Damien”, de acuerdo con un comunicado.
La nota señala que, sin un rescate inmediato, deberán paralizar los servicios asistenciales de los hospitales, con lo cual también peligra la hospitalización de más de 70 adultos.
Asimismo, indicó que la disponibilidad de los empleados se vio afectada por el impacto de la crisis de combustible en el transporte público y llamaron a las autoridades estatales, al sector empresarial privado y a los particulares para que faciliten rápidamente un corredor de entrega de hidrocarburos.
La semana pasada el líder de la federación de pandillas G-9 y aliados, el expolicía Jimmy Cherizier, reivindicó el bloqueo a la terminal Varreux, que almacena más del 70 por ciento de los combustibles.
Cherizier, conocido como Barbecue, retó al Gobierno a pasar las barricadas y trincheras construidas para paralizar la terminal, y reclamaron la renuncia del primer ministro, Ariel Henry.
Es la segunda vez en menos de un año que los grupos armados limitan la distribución de ese rubro esencial, luego que en noviembre detuvieran por un mes la comercialización.
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