Alejandro Astesiano fue detenido el domingo en la residencia presidencial tras acompañar al mandatario en un viaje privado vacacional en el exterior.
Se le imputa de participar en una organización dedicada a falsificar documentos para facilitar pasaportes uruguayos a ciudadanos rusos.
En conferencia de prensa la víspera, el Lacalle Pou dijo sentirse sorprendido. Acotó que Astesiano carecía de antecedentes penales y apostilló que «todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario».
Sin embargo, el expolicía que devino hombre fuerte de su seguridad estaba en el ojo de la polémica desde 2020, cuando se hizo público un legajo con más de 20 anotaciones por hurto, estafa y apropiación indebida.
Según el diario El País, ello fue comunicado a la Presidencia por el entonces ministro del Interior, el fallecido Jorge Larrañaga.
La fiscal del caso, Gabriela Fossati, dijo que se trata de una investigación compleja y de larga data, por la cual hay varios ciudadanos uruguayos y rusos detenidos.
Pero lo que analistas y ciudadanos se preguntan es cómo alguien con tales nubarrones, como Alejandro Astesiano, podía tener a su cargo la custodia presidencial. mem/ool
