A través de la red social Twitter Rayyan manifestó que las protestas en Irán “son fabricadas 100 por ciento por la inteligencia israelí”, al tiempo que indicó con dedo acusador hacia la Unidad 8200, la agrupación más secreta de esa agencia.
La citada unidad, según explicó, es la encargada de crear rumores, conflictos, disturbios e inestabilidad en los países de la región.
Según Rayyan, lo que está pasando en Irán: No es una revolución, sino un movimiento sedicioso respaldado por Israel.
Los mensajes del presentador palestino de Al Jazeera fueron respondidos por el Ministerio de Exterior de Israel que, desde la propia plataforma, cargó contra Rayyan por haber considerado a Tel Aviv como “responsable” de los disturbios en Irán.
El comunicador respondió de forma sarcástica a lo ocurrido expresando que “no sabía que era importante e influyente, hasta que me atacó el ministerio de Relaciones Exteriores de Israel”.
Rayyan cuestionó el hecho de que el régimen israelí se solidariza con la muerte de una ciudadana iraní, mientras nunca simpatizó con el asesinato de Shireen Abu Akleh, la periodista palestina de Al Jazeera que fue baleada de muerte por las fuerzas israelíes en mayo pasado.
Criticó también que la maquinaria mediática sionista y sus brazos extendidos en ciertos países árabes acapararon la mirada de todo el mundo con la noticia de la muerte de la joven iraní, pero en un claro doble juego se olvidaron de su colega Abu Akleh, víctima de las atrocidades de Israel.
Las autoridades iraníes señalaron durante las recientes jornadas la presencia de huellas de Estados Unidos, Israel y varios otros Estados europeos en los recientes actos vandálicos y la violencia callejera en el país y prometen actuar contra quienes comprometen la seguridad y la paz.
En opinión de otros expertos las naciones citadas por el país persa provocan violencia y vandalismo al interior de Irán, tras haber fracasado en los planes contra Teherán a través de las sanciones unilaterales y las denominadas políticas de máxima presión.
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