El titular del BM expuso esa idea antes de una reunión prevista para el 10 de octubre entre esa entidad y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la cual se realizará en esta ciudad estadounidense para revisar sus proyecciones de crecimiento global y por países.
Malpass también planteó que pasarán años antes de que el mundo encuentre alternativas al suministro energético de Rusia, una de las razones por las cuales la situación macroeconómica global es una tormenta perfecta que podría conducir a una inflación elevada y crecimiento bajo o nulo.
El conflicto en Ucrania generó afectaciones económicas mundiales, entre otros motivos por las sanciones impuestas desde Estados Unidos y la Unión Europea contra Moscú.
Rusia es uno de los principales productores y exportadores de petróleo del mundo, por lo que las restricciones a su suministro energético generaron un impacto internacional debido a la relevancia del crudo en la movilidad de vehículos y mercancías.
Un estudio integral del BM adelantó que el mundo podría avanzar poco a poco hacia una recesión en 2023 y una serie de crisis financieras en los mercados emergentes y las economías en desarrollo que les podrían causar daños duraderos.
Los bancos centrales de todo el mundo subieron las tasas de interés este año con un grado de sincronización no visto en las últimas cinco décadas, una tendencia que probablemente continuará hasta bien entrado 2023, alertó el informe.
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