En conferencia de prensa, la vocera aseguró que la dirección del país impulsa políticas y medidas para combatir ese flagelo e incrementar el poder adquisitivo de la población.
La víspera, el Instituto Nacional de Estadística y Censos reportó que, durante el primer semestre de 2022, el índice de pobreza se ubicó en 36,5 por ciento, 4,1 puntos menos que en igual período de 2021.
Mientras, el de indigencia alcanzó 8,8, cifra 1,9 inferior a la primera mitad de 2021, pero 0,6 por encima de la registrada en la segunda parte del año pasado.
Esos datos podrían ser alentadores en el sentido de que llevamos tres semestres consecutivos de disminución de la pobreza y nos estamos acercando a los números de antes de la pandemia de Covid-19. Sin embargo, son porcentajes altísimos y no nos conformamos, afirmó Cerruti.
Hay que acelerar el camino para disminuirlos. En la indigencia tiene un elevado impacto el incremento de los precios de los alimentos que, dentro de la inflación general, es lo que más impacta en las familias. Por eso, mantenemos el compromiso del Gobierno y el trabajo permanente para que los salarios y los puestos de trabajo aumenten, añadió.
Por otra parte, señaló que los últimos informes muestran una disminución del desempleo a menos del 7,0 por ciento y en algunas provincias casi se eliminó ese problema.
Cerruti indicó que el equipo del presidente Alberto Fernández realiza los esfuerzos necesarios para profundizar la estabilización macroeconómica, lograr un incremento de los ingresos y una reducción de la inflación.
Hasta que todas las familias dejen de sufrir carencias no estará cumplido el objetivo de este Gobierno, aseveró.
La necesidad imperiosa de una redistribución de los ingresos, de un fortalecimiento del poder adquisitivo y el fin de la rentabilidad excesiva de las empresas, es parte del diálogo cotidiano dentro de la administración del país y de las medidas que el Ministerio de Economía llevará adelante, dijo.
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