El que fuera hombre de confianza del presidente Luis Lacalle Pou, detenido el domingo último en la residencia presidencial, tenía registrados varios delitos y procesos cuando fue investido de su alta responsabilidad.
Se trata de una trama que agrega desde el lunes nuevos detalles y capítulos, y pone en incómoda situación al mandatario uruguayo, hoy dando la cara sin que sus aliados en la coalición de gobierno se expresen sobre el caso.
Astesiano fue imputado este martes por el delito continuado de suposición de estado civil en reiteración real con delito de asociación para delinquir y tráfico de influencias.
En otras palabras, actos de corrupción para emitir pasaportes nacionales a partir de partidas de nacimiento de personas fallecidas.
Por esto, la justicia le estableció 30 días de prisión preventiva
Hoy dominan en los espacios de medios de comunicación la confirmación de que estuvo preso en la cárcel Las Rosas (departamento de Maldonado) por un delito continuado de estafa en 2013.
También que estuvo sujeto a indagatorias por otros ilícitos, que sumán más de una veintena.
Fuentes del gobierno dijeron al diario El País que Astesiano no tenía antecedentes penales porque estos se «limpian» cada cinco años.
Así lo había afirmado el jefe de Estado el lunes, una expresión que rectificó un día después.
El exhombre de confianza de Lacalle Pou fue indagado por las autoridades en otras ocasiones, un «detalle» que debería haber ocupado y preocupado a los responsables de aprobar su alta investidura, afirman analistas y actores políticos aquí.
Mientras tanto, entre los representantes y cargos de la coalición de Gobierno hay mutis respecto al asunto.
Por el contrario, senadores del opositor Frente Amplio buscan agilizar una investigación legislativa y consideran que se trata de un «escándalo internacional», en el que podrían estar involucrados otros funcionarios públicos.
Fueron opiniones vertidas la víspera por los senadores Mario Vergara y Alejandro Sánchez en conferencia de prensa en el palacio legislativo.
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