Ese peligro puede llegar a 5,0 por ciento en febrero próximo, si los suministros rusos por gasoductos a la región cesan por completo desde el próximo 1 de noviembre, y la propuesta del combustible natural licuado (GNL) se restringe.
La entidad destacó que a finales de septiembre pasado los depósitos subterráneos estaban llenos casi al 90 por ciento.
Sin embargo, el riesgo de una pérdida total de suministros desde Rusia complica seriamente la posibilidad de llenar los depósitos el próximo invierno.
Por lo tanto, la agencia evalúa las consecuencias del cese de las exportaciones por Rusia a partir del 1 de noviembre.
Insistió el reporte, que de no reducir la demanda, (para marzo de 2023) los depósitos de gas estarán a menos de 18 por ciento de su capacidad con el volumen alto de oferta del gas natural licuado y casi a 5,0 por ciento en caso de una oferta baja de GNL.
Se requiere reducir la demanda de gas en la Unión Europea (UE) en invierno a 9,0 por ciento comparado con el nivel promedio de los últimos cinco años para mantener los depósitos a un nivel mayor de 38 por ciento de su capacidad en caso de seguir los suministros, y de 25 por ciento, en caso de reducir la oferta de GNL.
Para mantener el nivel de depósitos de más de 45 por ciento será necesario reducir la demanda por 13 por ciento, al agregar que serán de 33 por ciento en caso de bajar la oferta de GNL.
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