“La Paz Total es una iniciativa que pretende resolver el conjunto de conflictos armados con motivaciones políticas que vive Colombia, otros derivados de asuntos sociales, y los asociados a economías ilegales heredadas de prácticas paramilitares, donde se acumuló y protegió riquezas de manera indebida”, explicó el alto comisionado para la paz Danilo Rueda en exclusiva con la sección Escáner de Prensa Latina.
La búsqueda de esa paz será a través de la vía del diálogo político, y con grupos armados no rebeldes se analiza la posibilidad que estos transiten al estado social de derecho en un diálogo socio-jurídico, detalló.
Acerca de los pasos dados por el gobierno hacia el cumplimiento de esa política, expuso que está en fase de exploración con un llamado público del propio presidente de la República.
Aseguró que reciben distintas manifestaciones escritas y en videos de distintos grupos armados como respuesta a la exhortación del nuevo gobierno para buscar el camino hacia la paz.
“Podemos decir que cuatro grupos rebeldes manifestaron su disposición a hacer parte de la Paz Total, un grupo heredero del fracaso de la desmovilización ocurrida en el gobierno del presidente Álvaro Uribe (2002-2010), que son las llamadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), y otras estructuras urbanas que operan en varias ciudades del país”, definió.
En esta fase de exploración, el gobierno exige el cese de asesinatos de civiles, de la tortura y la desaparición forzosa de personas, afirmó a Prensa Latina. Estamos encontrando unos buenos gestos de respuesta que van a permitir abrir luego un escenario de mesas de conversaciones, añadió.
Asimismo, dijo, están en la aplicación del protocolo acordado por el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos (2010-2018) en presencia de los garantes: Cuba, Noruega y Venezuela, para los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Sobre los avances en este proceso, puntualizó que están en la fase de aplicación de protocolo y restableciendo la legalidad internacional, así como en un intento de desagravio al pueblo cubano, incluido en una lista de países patrocinadores del terrorismo elaborada por Estados Unidos.
REMOVER A CUBA DE LA LISTA DE ESTADOS UNIDOS
“Lo primero es reconocer lo doloroso, lo traumático y lo frustrante que significa que una expresión de un país y de su pueblo para apoyar la paz en otra nación sea destruida con una calificación como patrocinador del terrorismo”, subrayó a Prensa Latina.
Además, “que las consecuencias las siga sufriendo ese pueblo cubano tan maravilloso que manifestó su solidaridad con el pueblo de Colombia”, añadió.
Lo trágico aquí es el desconocimiento del derecho internacional, de la solidaridad, el aval a la guerra sin importar las consecuencias en miles y millones de inocentes, enfatizó el alto comisionado para la paz.
En cuanto al apoyo que el gobierno de Estados Unidos manifiesta a la paz en Colombia, Rueda señaló que, de no remover a Cuba de la espuria lista, habría una incoherencia.
“Creemos como muy importante lograr la coherencia en la política externa y el espaldarazo que el gobierno de los Estados Unidos ha dado al proceso de la paz total en Colombia, lo cual debería derivar en que Cuba y su pueblo sean sacados de esa lista de países patrocinadores del terrorismo”, manifestó el funcionario a Prensa Latina.
Recalcó que las consecuencias por esa designación aplicada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos “son muy graves”, no solo para la legalidad internacional, sino para un pueblo solidario que sufre las implicaciones de haber participado como garante del proceso para lograr la paz en Colombia.
“No puede haber incoherencia en esa política de respaldo a nuestro país y desconocimiento de las graves consecuencias que hubo por una decisión tomada en el anterior gobierno” de Iván Duque (2018-2022), recalcó.
Una reciente campaña para excluir a Cuba de la lista estadounidense comenzó en la sociedad civil de Estados Unidos con el impulso de la organización defensora de los derechos humanos CodePink, y fue presentada en Colombia, en el Primer Encuentro Internacional Caribe es Mujer, celebrado bajo el auspicio de Lilia Solano.
En esa cita las colombianas, las caribeñas y otras mujeres de Latinoamérica también hicieron suya la campaña, al tiempo que destacados intelectuales aquí como Jairo Estrada y Patricia Lara, así como la iglesia, en particular la presbiteriana, igualmente refrendaron la iniciativa.
De igual forma un grupo de 80 congresistas colombianos enviaron una carta a sus homólogos de Estados Unidos para pedir sea removida a Cuba de la lista en la que nunca debió estar.
“Como alto comisionado hemos expresado desde el comienzo nuestra solidaridad con el pueblo cubano”, recalcó.
“Hemos expresado junto al canciller Álvaro Leyva, en el reinicio del escenario de diálogos con el ELN, una reparación de ese daño causado, reconociendo que fue pisoteada la dignidad del pueblo cubano, de Colombia y la importancia de que sea quitado de esa lista, insistió.
A pocos días del fin del mandato de Donald Trump (2017-2021), Cuba fue incluida en la cuestionada lista y el entonces comisionado para la paz Miguel Ceballos aseguró que fue un espaldarazo del gobierno estadounidense al colombiano.
Para su inclusión, se usó el falso argumento de la negativa del gobierno de Cuba (garante del diálogo de paz entre el Ejército de Liberación Nacional y el Estado colombiano) a una solicitud de Duque, quien exigió la extradición de los líderes negociadores del ELN luego de un atentado a una academia de policías de Bogotá.
El exmandatario hizo esa exigencia a pesar de conocer la existencia de protocolos diseñados y acordados por las partes con atención estricta a las disposiciones del derecho internacional para la solución de conflictos armados internos, incluido el protocolo para el evento de la ruptura de las conversaciones.
Rueda consideró que consolidar el Acuerdo de Paz, así como poner fin a los distintos conflictos armados en el país, es también de gran importancia para el continente.
En cuanto a la declaración del canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, quien ratificó en el segmento de alto nivel del 77 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU a Latinoamérica como zona de paz, Rueda manifestó la coincidencia con ese planteamiento:
Sabemos que la paz de Colombia es la paz de la región, y lograr consolidarla totalmente será beneficiosa para toda Latinoamérica.
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