El hecho se produjo en los distritos de Meluco y Macomia, en la provincia norteña de Cabo Delgado, sacudida por un repunte de la inseguridad desde 2017.
Los asaltantes irrumpieron el viernes en varias aldeas, donde decapitaron a tres personas, sin que por ahora haya reclamación de la autoría de estos ataques, según fuentes de seguridad.
El jefe de la Policía de Mozambique, Bernardino Rafael, pidió la semana pasada a la población de Cabo Delgado que “resista” ante los ataques islamistas y subrayó que las fuerzas de seguridad van a ofrecer entrenamiento militar a algunos miembros de la región para crear una Fuerza Local.
Durante los últimos meses, autoridades mozambiqueñas indicaron una mejoría de la situación de seguridad en la zona debido a las operaciones conjuntas con las fuerzas especiales de Ruanda y las tropas desplegadas por la Comunidad de Desarrollo de África Austral.
Desde hace un lustro, la provincia de Cabo Delgado sufre ataques constantes de un grupo islamista que se identifica como Al Shabab (Los Jovenes, en árabe) homónima de la que opera en Somalia, aunque sin vínculos, y leal a los presupuestos de la red Al Qaeda.
Los ataques de insurgentes han costado la vida a miles de personas y el desplazamiento de más de 840 mil, según números oficiales.
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