El reporte, publicado este lunes por el diario La Repubblica, indica que sin embargo la superficie de los viñedos se mantuvo mientras que las empresas pasaron de 791 mil a 255 mil del año 2000 a la actualidad, aunque destaca que las mismas están ahora “más estructuradas”.
El análisis, realizado por el Observatorio de la UIV refiere que este proceso representó una “evolución necesaria” y permitió que esas entidades incrementaran un 165 por ciento el valor de sus exportaciones.
Estos resultados, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (Istat) convierten a ese sector agrícola en el primero del país en cuanto al comercio exterior e importante contribuyente al superávit comercial total de Italia, donde representa casi el 14 por ciento.
Lamberto Frescobaldi, presidente del sindicato vitivinícola de esta nación, declaró que «Italia está estructurando progresivamente sus bodegas en el respeto de las variedades de producción” y añadió que “el camino es el correcto, aunque todavía queda mucho por hacer».
Según la UIV, las 255 mil bodegas actuales representan el 23 por ciento del total de 1,1 millones de empresas agrícolas encuestadas por Istat.
En cuanto a la incidencia de las empresas del vino entre las del sector agrícola existentes en cada región, Trentino-Alto Adigio ocupa el primer lugar, con un impacto del 43 por ciento, seguida de Veneto, con un 32 por ciento, precisa el documento.
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